Reseñas
Esculpiendo los versos de Machado y Bécquer
Los artistas cubanos René Negrín y Aramís Justiz concluirán en unos días sus obras
La sede de la Escuela Taller les acoge como estudio
SORIA. Han cruzado el océano y recalado en Soria. Con sus cinceles y demás herramientas están reinterpretando, en las cercanías del río Duero que tanto les inspiró, la vida y la obra de dos poetas españoles que, dicen, tienen sabor universal. Y es que los ecos de los versos de Antonio Machado y Gustavo Adolfo Bécquer tienen también mucha significación en Cuba: el compromiso político y social del autor de ‘Campos de Castilla’ o ‘Soledades, galerías y otros poemas’ y el romanticismo en el que “en nuestra juventud nos apoyamos para nuestras primeras conquistas” del poeta de 'Rimas y leyendas'. Los escultores cubanos René Negrín (Bejucal, 1949) y Aramís Justiz (La Habana, 1964) trabajan desde finales del mes de julio en la creación de dos esculturas inspiradas en Machado y Bécquer. La iniciativa es parte del I Intercambio Cultural del Ayuntamiento de Soria y la Asociación de Promoción Artística y Literaria con Cuba y dejará un importante fruto: las dos primeras obras formarán parte del museo de escultura al aire libre que planea el equipo de Gobierno municipal en el entorno de la ribera del Duero.
René Negrín señala que siempre suelen trabajar sobre la base de la libertad temática, pero que cuando les plantearon dedicar una obra a Machado y a Bécquer no se sintieron incómodos. Todo lo contrario. “Machado es una figura muy importante en Cuba, por su compromiso”, explica Negrín, que se ha inspirado para componer su escultura en uno de los poemas que más le emocionan del poeta de ‘Juan de Mairena’: ‘A un olmo seco”. Providencial en esta elección fue también el que Negrín encontrarse un fragmento de la corteza del aún llorado Árbol de la Música en el entorno del antiguo lavadero de lanas, sede de la Escuela taller Duques de Soria, que desde el pasado 21 de julio acoge el trabajo de estos escultores cubanos. “Pensé en todas la parejas que se han enamorado, durante generaciones, en torno a ese árbol y se me ocurrió utilizar la riqueza formal de esa corteza”, explica el escultor, quien destaca que es un privilegio trabajar en una tierra tan unida a la cantería como Soria.
No obstante, el mal estado de los restos del olmo, como el del poema, hendido por el rayo, desaconsejaron sumarlo a esta escultura. Pablo Cedeño, profesor de la Universidad Politécnica de Valencia y amigo personal de Negrín está ayudándole a sacar un molde en escayola que se unirá, en forma de hormigón policromado, a la escultura final. Negrín confiesa que se siente “muy afortunado” por contar con la ayuda de artistas como Cedeño y muchos otros.
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Por su parte, el concejal de Cultura del Ayuntamiento de Soria, Jesús Bárez, destacó que será en estos días cuando se proceda a decidir la ubicación definitiva de las dos esculturas. Sí se sabe que será en las márgenes del Duero, “en ambas orillas”. La elección del lugar se realizará en función de “la evocación de la obra”, explica el responsable del Departamento Municipal de Cultura, con respecto al paisaje.
Será el inicio de lo que se espera sea el futuro museo de escultura al aire libre dedicado a los poetas que, como en otras localidades de la provincia soriana, apunta Bárez, sería bueno que se complementara en el futuro con “algún simposio de escultores que se pongan a trabajar en este tema”.
Sonia Almoguera