CV completo
Nací en Bejucal, antigua Provincia de la Habana, en 1949. El trabajo en la infancia precipita la madurez en los adolescentes, y yo comencé a los 7 años; a los 12 estudiaba en la Secundaria Básica, tenía una barbería y asistía por las noches a un Taller de Artes Plásticas que fundó y dirigió en mi pueblo el artista Jesús Cartaya. El cambio revolucionario de 1959 en Cuba dio acceso a mi numerosa y humilde familia (nueve hermanos), que sería una de las muchísimas beneficiadas porque entre otras cosas nos permitió estudiar.
En 1965 comencé a estudiar en la Escuela Nacional de Arte (ENA). Naturalmente todo estaba muy politizado y se sobrevaloraba la función propagandística de la obra visual pero, gracias a los maestros que había tenido, ya traía la idea de que el Arte era una cosa sublime que le daba un sentido extraordinario a la existencia humana. Desde entonces he creído y me he entregado a ese modo de existir; así las cosas, siempre me he identificado en especial con el Arte Público, de todas las épocas y en todos los soportes.
En la ENA fui discípulo del escultor Enrique Moret, un ejemplo que alimentó mis ideas dentro del maremágnum de las muchas contradicciones e ideas que me rodeaban, me identifiqué con su idea de que el Socialismo debía favorecer el encargo de la creación de un Arte Público libre y creativo. Ya han pasado 55 años y el mercado también en nuestro país ha impuesto sus leyes, nublando toda proposición que se aleje de sus normas, pero sigo creyendo en la búsqueda de un camino propio para que el Arte continúe iluminando los destinos humanos.